Ando por una ciudad nebulosa, hecha de sueños y árboles de pesadillas. El polvo es de metal, sabe ácido y hace que tu piel enrojezca hasta que se llena de ronchas color escarlata.
La gente es siempre la misma, vayas donde vayas. Mientras tú sigas igual, nada va a cambiar.
¿Dónde dejaste tus sueños de porcelana?
Se hicieron trizas al caer junto con tus deseos de niño. ¿Qué fue de ellos? ¿Aún los recuerdas?
1 comentario:
Nadie debería morder el polvo, las ronchas son molestas y hacen que te concentres más en rascarte que en sonreir.
Así es imposible soñar.
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