martes, diciembre 28, 2010

Clap clap clap


-¿Queréis un baño de agua fría? -les preguntó Tiantian.

En sus palabras no había ni una pizca de burla; habían salido de su alma noble y bondadosa. Según él, el baño era la solución a todos los problemas. La bañera era como el útero materno: tierra de felicidad, calidez y seguridad. Purificar el cuerpo y el alma con un baño te aleja del polvo, del ruidoso rock, de las bandas y vagabundos, de los problemas que te agobian, del sufrimiento amargo.

(Shanghai Baby, Wei Hui)

Clap clap clap

El sonido de las gotas de agua chocando contra la ventana.

Clap clap clap

Es una constante, rítmica. Martillea en tu cabeza.

El agua al que tú estás acostumbrada no cae del cielo como un manto opaco.

Tu agua es salada y da mucho miedo.

Las piscinas, el agua mansa, no están hechas para ti.

Te dejaron las corrientes, los remolinos.

Desde que eras pequeña siempre has tenido pesadillas con la playa y el mar. Oscuro y peligroso te absorvía y no eras capaz de salir.


Nunca saliste.

miércoles, diciembre 22, 2010

No quiero saberlo.
No quiero.
No.

(por favor)

I'm surrounded by -

Estabas hablando con tu madre en el salón, las manos te temblaban tanto que te costaba sujetar la taza sin que se cayera.

Creías que de alguna manera ella entendía lo que te pasaba, que lo comprendía. Porque era lo mismo que le pasaba a ella, aunque no quisiera admitirlo.

Te había preparado una infusión de manzanilla, dulzona y calentita. No podías explicarle nada.

Habías bebido mucho. Sólo recordabas estar abrazada al váter vomitando terror y angustia, crees que te acostaron abrazada a un cubo. Seguías vomitando mientras dormías, pero la ansiedad no se iba por mucho que intentaras sacarla de ti.

El cuerpo débil, enfermo.

Ida. No conozco las palabras para intentar explicarlo mejor: La cabeza ida. Cuando tienes un torbellino de locura dentro de ti, moviendo las cosas que siempre habías dado por sentado, las que te mantenían. Creando huecos deformes de raciocinio nebuloso. Como espejos combados que te hacen verte deforme, terroríficamente asimétrica.

Llegaste a casa y la encontraste a ella. Y se ocupó de ti sin preguntar, sin querer saber.

Le mirabas las manos y vistes manchas, manchas en las manos. Le miraste a la cara y viste manchas. Manchas en la cara.

Como los ancianos.

Algo bajó por la garganta estrujándote el pecho.

viernes, diciembre 17, 2010

Cosmofobia

"Él sabe que los sentimientos que más duelen son los más absurdos: el ansia de cosas imposibles, la nostalgia de lo que no se ha vivido, el deseo de lo que podría haber sido, la envidia de los otros, la insatisfacción de la existencia en el mundo, y por eso procura decirse que es feliz, que tiene un trabajo, un amigo, un sitio donde dormir, y que llegó vivo, sin hundirse en el mar".

Lucía Etxebarria (Cosmofobia)