Guirly I

Doy vueltas por la habitación medio drogada, danzando espasmódicamente. Escucho el archifamoso Something in the way de Nirvana y busco sintonizar mis latidos con esa masa plástica (dulcemente opaca) que me rodea. Cuando estoy de pie todo gira de forma estrepitosa pero de alguna forma siento que está bien.

Fuera llueve y hace frío, nunca pensé que esto se sintiera así. Aún así me alegro, estoy llegando a alguna parte aunque a veces el balanceo (eso que te anima a moverte aunque no quieras) te pinche en los tendones, no dejándote hacer lo que él mismo desea.

Me he perdido ¡¡Socorro!!

Chocolate agridulce

No estoy agusto en mi pueblo, no estoy agusto en Granada.

Sensaciones

Y ayer por la noche, viendo el viaje de Chihiro, yo sentada sobre ti, moviéndome despacito, sin tener muy claro qué hacer (nunca suele estarlo) me sentí evaporar sobre las nubes.

Quería besarte aunque sabía que no sería suficiente (nunca suele serlo) y morderte el alma. Darte un mordisco que llegara hasta los huesos.

¿Y luego qué?

Feeling no good at all.
Miss you.
:'(

Y Narciso miró su reflejo en el agua...

Una vez quise inventarme un cuento sobre el agua. En la antigüedad, cuando no había espejos ni ningún tipo de superficie sobre la que reflejarnos, mi aburrida imaginación piensa que dotaban de un poder especial al agua.

Porque ella les permitía conocerse, aún de una manera algo deformada y extraña, pero se podían ver. Y eso era algo increíble, porque había una persona en frente de ti que se movía cuando tú lo hacías, parecida a tu reflejo en el ojo ajeno.

Yo habría pensado en la magia, ¿os imaginais que pudierais sacar a esa persona del agua? o mejor aún, que ella fuera capaz de salir por sí misma cuando nadie quisiera mirar. Me daría miedo bañarme, zambullirme en ese líquido de extrañas propiedades ajenas a mi entendimiento. ¿y si me metiera dentro y esa persona, esa copia me absorbiera?

Me gustaría que escribieras algo con magia. Con magia de verdad. Capaz de cambiar esas pequeñas cosas importantes que no sabes seguro si están o no.

Que escribieras algo que me rompiera el alma, en trozos de cristal líquido. Así, sabría si realmente tengo una. No sé, creo que no me importaría romperla, con tal de notar su presencia.

¿Tú que piensas?

Oh Gran Monstruo Volador Espagueti

Muecas

Un post desmembrado con premeditación y mucha mucha alevosía.

Creo que crees que dices que pienso que tú lo haces. ¿Me habré vuelto tan insensible como para no ser capaz ni de llorar?. Si pudiera golpear a alguien con el nudo de cansancio de mi garganta... quizá pudiera partirle la iris hasta el cráneo.

Hay momentos en los que no puedo evitar envenenarme de autocompasión. Me doy cuenta pero a veces no puedo dejar de hacerlo. Y eso me deprime más.

*insertar sonrisa torcida*

Patchwork

Hace frío húmedo, de ese que parece no querer salir del cuerpo. Y es cuando tú respiras.
Tu aliento es como neblina helada, he intentado alcanzarla con mis manos pero se diluye antes de que llegue a rozarla.

Cuando voy ebria *risas*, entonces parece que si me acerco lo suficiente podría llegar a comerme el vaho. El vaho de tu boca ¿o tu boca? (ojalá).

Sigo mirándote fijamente, los ojos negros todo abiertos, absorviendo tu tiempo.

A veces me pierdo entre un mar de palabras, te miro y no sé hablar, no puedo. Te escucho, te huelo, te siento apretar mi mano, pero no puedo salir de ahí. Me da miedo que me salga la voz chillona. ¿Qué tonteria no?

Frou frou (el sonido de tu ropa)

Tu mano contra mi mano. Nunca nadie me había excitado sólo con eso.

Melancholy

Estaba en clase de yoga, haciendo algo, con los ojos cerrados. El aire salía negro de mi boca. Negro negro negro. Pero un negro de esos como el de cuando miras bajo la cama.

El miedo es de color azul cielo [profundo], consigue confianza e iluminarás las estrellas

Morphine

Muevo las manos palpando el aire, delicadamente. Buscando los bordes del sonido para intentar hacerlo más ancho. El tic-tac de tu corazón. Quiero envolverme hasta que el aire deje de desgastar mis pulmones.

A veces no puedo hablar, boqueo como un pez monstruoso bajo la luz deformada del agua. Quiero intentarlo pero no me salen las palabras, y no sé (no puedo saber, hasta que no lo intente) si te gustaría que te mostrara las cosas de otra manera.

La puerta

Estaba sentada en la silla, en frente del ordenador. Con la puerta cerrada (siempre cerrada) y escuché otra puerta, anterior a ésta, abriéndose.

Encogida en la silla me mordía las uñas, arrancándome pedacitos blancos de piel. Incesántemente. Mientras miraba la puerta, enloquecida. Quité la música para que no me confundiera. No quedó nada más. Nada. Y aún así no pude dejar de mirar la puerta.

El ruido volvió, directamente a mi cerebro sin querer pasar por los oídos. Y volví a mirar. Y estabas allí. Tú. Inquebrantable. Frágil. Fuerte. Débil.

Siento como si tuviera un gran poder, en la punta de los dedos, allí dónde tanto se siente.