domingo, noviembre 22, 2009

Purpurina

Cuando quiero relajarme pienso en eso.
Me imagino por la mañana recién despierta. Esos días fantásticos en los que el reloj se para, los sábados por la mañana.
Te despiertas descansada, notando las pequeñas partículas de piel dormidas todavía, efervescentes, las sábanas suaves acariciándote, abrazándote en una danza suave inmutable. El cuerpo tan relajado que simplemente, no eres consciente de ser dueña de él.
Los rayos de sol entrando por la ventana.
Respiras tranquila sin querer moverte y todo es maravilloso.

Intento pensar en eso porque ultimamente todo es demasiado raro. No no no no no no no no no.
Siempre es todo demasiado raro. Me estoy volviendo loca.
Todo gira tan rápido que no soy capaz de seguirle la pista, tiembla y parpadea a mi alrededor, pero es transparente para mi.
Palpo con las manos desnudas pero sólo encuentro telarañas.

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